sábado, 24 de abril de 2010

LAS RECETAS DE LA QUITAPELLEJERA CON ALGUNA QUE OTRA INCURSIÓN EN LA COCINA VASCA



CALDERO DEL MAR MENOR

INGREDIENTES: Pescado de roqueo (morralla) 200 grs. Por persona
3 ñoras por persona, 3 dientes de ajo por persona, otro diente de ajo más, tomates maduros, aceite, sal, perejil, arroz (un vaso de los de agua por cada dos comensales) y azafrán de pelo.


Lavar el pescado (no hace falta quitarle buches…) y ponerlo a cocer con agua suficiente y sal durante 20 ó 30 minutos. Mientras cuece, preparar el sofrito:
Freír los ajos aplastados y echarlos al caldo con el pescado.
Freír las ñoras (una vez quitadas las semillas) con cuidado de que no se quemen. Apartarlas en el recipiente de la batidora.
Echar el tomate, pelado y triturado, en el aceite de haber frito los ajos y las ñoras y sofreír.
Una vez hervido el pescado, colar ese caldo prensando el pescado para que suelte todo su jugo. Añadir al caldo ya colado el sofrito de tomate y el triturado que hagamos con las ñoras fritas,el ajo crudo, un buen ramillete de perejil, varias hebras de azafrán y un poquito del caldo de pescado.. Dejar hervir todo unos 15 minutos aproximadamente.
Añadir el arroz procurando que haya suficiente caldo para que quede caldosito. Rectificar de sal antes de que termine la cocción del arroz.
Es típico servir este plato con unas cazuelitas de ali-oli (en mi tierra simplemente se le llama “ajo”) para servir al gusto de cada cual.
Para seguir la tónica de Abueleitor… (y no porque yo sea tan mayor como él…) haré una pequeña reseña histórica de esta sabrosa recetita:

Se trata de un plato típico que los pescadores del Mar Menor hacían en una olla de hierro fundido sobre un trípode artesanal en la misma playa.
Originalmente se basaba en la “morralla” (pescado que va cayendo en las redes que no es valioso para vender, pero que, sin embargo, al cocerlo deja un jugo que –esto es apreciación personal- creo es lo que le da ese “puntico” de sabor intenso al caldero.
Pero al convertirse, como otras tantas comidas populares lo han hecho, en platos sumamente apreciados en la gastronomía, han ido surgiendo variaciones sobre el mismo tema, y así es como han incorporado pescados “grandes” como el mújol o la lubina, para servirlos como segundo plato, tras el arroz.
Para mi gusto, eso del “segundo plato” no me va… pero, lo que a mí me vaya o no es otro cantar…
El caldero que os describo es receta personal de Dª Lucrecia… a la que quiero un montón… y quien ha hecho calderos y más calderos con la “morralla” que le traía su marido, D. Francisco (al que también quería un montón, q.e.p.d.) directo del mar

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